No te voy a mentir, este 2023 me dejó como el meme de la Barbie despeinada que dice "ESTOY BIEN".
Si buscamos 2023 en el diccionario debería decir "Del latín, Dícese de ¿WTF?"
Pero acá estamos ready: con el Vitél toné vegan (sí, nos actualizamos y les dejamos la receta en Instagram) respirándonos en la nuca y el pan dulce, ofendido porque sólo lo compramos en Diciembre, mirándonos con cara de "epa epa...mirá quién volvió"
Y es que la Navidad, quieras o no, te da pilas y te prende calorcito adentro.
Desde armar el arbolito, pensar qué vas a llevar para compartir, elegir ESE regalo ideal para ESA persona (btw por si mi papá Noel está leyendo....quiero una minibag...cof cof)
En el hemisferio norte la Navidad se viste de nieve y la calidez llega en forma de abrigos, bufandas y comida invernal.
Acá la calidez, está dentro nuestro y se prende cada año, cuando brindás y te abrazás con tu gente.
Cuando compartís las sobras frías al otro día.
Cuando diseñas estrategias para que lxs peques crean en la magia montando puestas en escena que harían morir de envidia a Hollywood.
Cuando estamos juntxs.
Sin importar si somos team verano, team invieno, fan del mate dulce, fan del amargo, grandes, peques, perrhijxs y quien se quiera sumar a esa mesa.
Las formas se quedan en la puerta, en la mesa de navidad lo único importante es estar juntos....y el morfi.
Si, ese rejunte de recetas heredadas de abuelxs, tíxs, mapadres y un pequeño porcentaje de "nuevos sabores" que los más jóvenes de la familia sacan de tiktok y hacen que el comentario de lxs abuelxs sea "¿¿¿Eso es Naranja con verdeo???" mientras levantan una ceja (pero después les termina encantando).
La riqueza de costumbres, recetas y personalidades que se sientan a la mesa de la navidad argentina son infinitas (¿No es eso acaso parte de la magia?).
Pero el común denominador siempre va a ser el compartir.
(y claro, festejar que además de todo, por otros 3 años...SOMOS CAMPEONES DEL MUNDO BABY)
¡FELIZ NAVIDAD!
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