Todavía es algo que llama la atención por lo diferente, sí, pero “body positive” es un movimiento que avanza firme. Surgido desde el reclamo de instagramers e influencers de tallas grandes o “curvys”, que, cansadas de no verse representadas y de la presión por modificar sus cuerpos para encajar en cánones de belleza inalcanzables, decidieron empezar a mostrarse con sus cuerpos reales. Eso abrió la puerta a un reclamo de diversidad que venía dándose entre consumidores, que no se sentían representados en las imágenes con retoques digitales. “Body positive” es un movimiento enfocado en la comunicación entre marcas y clientes que aspira a valores que promuevan el bienestar en vez de buscar una perfección inexistente y que hoy se pone en duda.
CUANDO UNA MARCA MUESTRA CUERPOS AL NATURAL, ESTABLECE UNA RELACIÓN DE EMPATÍA, DE CERCANÍA, DE IDENTIDAD ENTRE LO QUE OFRECE Y LO QUE SUS CLIENTES SON, ALEJÁNDOSE DE IMÁGENES CONSIDERADAS PERFECTAS Y PARA LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS, IMPOSIBLES. Entonces, en fotos y videos aparecen piernas con celulitis, pieles tatuadas, arrugadas o con manchas naturales y todo tipo de personas que no encajan en los típicos y tradicionales cánones de belleza. Incluso hay países en los que es ley aclarar si las imágenes fueron retocadas digitalmente.
Hay marcas tradicionales que están haciendo esta modificación en su comunicación y otras que nacieron a la luz de este modo de valorar a sus clientes. Santaclara está en este segundo grupo y una de las cosas que me gustan de ella es que, cada vez que entro a ver los productos en la web o entro en la @tiendasantaclara en Instagram, me encuentro con modelos reales, personas que podría cruzar en cualquier esquina, y alguna podría ser yo. Eso me avisa que seguro voy a encontrar un producto para mí, así como siempre encuentro algún cuerpo real que me identifica entre las fotos y videos. Les hablo de lo que se ve acá, acá y acá, por ejemplo. Y acá también. ¿Qué ven ustedes? Yo veo una diversidad que me encanta, no porque me parezca a ninguno de esos cuerpos sino porque estoy segura de que, alguna vez, en la variedad, me voy a encontrar con el mío.
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