Cada 27 de septiembre en la Argentina se conmemora el Día Nacional de la Conciencia Ambiental, en memoria de siete personas fallecidas en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, ese día en 1993. Murió el matrimonio ocupante de la vivienda y las cinco personas que acudieron a ayudar. El gas cianhídrico, producido por el uso irresponsable sustancias tóxicas actuó tan rápido que hasta el equipo de salud que asistió al pedido de auxilio, falleció en el acto. Dos años más tarde, el Congreso Nacional sancionó la Ley 24.605 para establecer este día.
SIN EMBARGO, COMO TODOS LOS “DÍAS DE”, UN DÍA NO ALCANZA. FORMAR CONCIENCIA AMBIENTAL ES PARTE DE UN PROCESO INDIVIDUAL Y COLECTIVO, EN DONDE SE CRUZAN ACCIONES DEL ESTADO CON EL EJERCICIO COTIDIANO DEL USO RESPETUOSO Y RESPONSABLE DEL AMBIENTE. O sea, depende de todxs. Requiere establecer y cumplir un compromiso en el cuidado de la casa común, de la que solo somxs inquilinxs.
Tener conciencia ambiental es hacer buen uso de los recursos naturales. Y requiere no generar residuos innecesarios, reutilizar y reciclar. Es complejo porque fuimxs educadxs de otro modo, como productxres y consumidorxs. ¿De qué vivirán quienes se sostienen en la industria de los plásticos de un solo uso? ¿Cómo adaptaremos nuestras prácticas cotidianas para no necesitar de esos plásticos?
Si no vemos bien llegar a casa ajena y desgarrar la tela del sillón parándonos sobre él con un par de stiletos, ¿por qué veríamos bien hacer cosas que provocan el calentamiento global o el agotamiento de recursos naturales? ¿Por qué consumiríamos productos de industrias que contaminan?
Una manera de construir conciencia ambiental es tener un guardarropa de prendas intercambiables, básicas, de buena calidad y que combinen entre sí. Eso hace que necesitemos renovar menos y sentir que en la posibilidad de combinar tenemos muchísimas opciones. Yo llevo esta manera de organizar mi ropa y accesorios hace años y Santaclara me acompaña muy bien en esa elección. Les muestro un síntesis acá y les dejo un ejemplo: mi shopping Prado que me viene conmigo de la mañana a la noche. Va con botas, con tacos, con zapatillas, con sandalias bajas. Tiene tres colores neutros: si voy de negro queda perfecta, si quiero ponerme un color brillante no desentona. Queda divina con jeans, con pantalones formales, con un vestidito y hasta con la ropa del gimnasio. Entra la notebook y si llevo menos cosas queda chatita y súper elegante. Y ooooobvio que siempre nos hacemos lugar para un caprichito (o dos) de prendas imposibles de combinar, ¿cómo no?
El cuidado del ambiente requiere de acciones de los estados, que son los que pueden hacer la diferencia. Sin embargo, nosotrxs podemos hacer nuestro aporte. ¿Qué van a hacer ustedes?
1
1