Si estás leyendo esto, en tu infancia se celebraba el Día del Niño. ¿Cómo es que hoy se habla de Día de las Infancias? Las sociedades evolucionan y este es un ejemplo. Ya no pensamos en “niños” genéricos, sino en mil posibilidades en las que puede vivirse la infancia.
LO QUE NO ESTÁ EN DUDA ES QUE LAS INFANCIAS SON TERRITORIOS DE DERECHOS. La Convención de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes se firmó en 1989 y fue incluida en la última reforma constitucional argentina, en 1994.
Y se trate de la infancia que se trate, pensamos en risas, en juegos, en tiempos de descubrimiento, de aprendizaje. ¿Quién no recuerda con alegría los recreos de la escuela, la primera vez que anduvo en bici sin rueditas, la celebración de los cumpleaños y la eterna espera (¡TODO UN AÑO!) para el siguiente, el probarse un par de tacos y la cartera de la tía… Si pudieran pedir volver por un rato a un momento de la infancia, ¿qué querrían revivir?
A mí me encantaría volver a esas reuniones familiares en las que nos encontrábamos todos los primos. Nos armaban “la mesa de los chicos”, muchas veces en otra habitación para que no molestáramos a los grandes. Eran días de reírnos hasta que nos dolía la panza, de cantar, de hacer experimentos, buscar bichitos y explorar las plantas. ¿Quién no querría volver ahí?
Hoy somos grandes y es tiempo de hacer cosas para que lxs niñxs que nos rodean tengan infancias felices. ¿Cuál fue la última vez que armaron juntos un rompecabezas, que forraron la mesa con papel y se pusieron a pintar? ¿Cuándo conversaron de sus miedos, sus deseos, cuándo lxs escucharon con verdadero interés y sin cuestionamientos? ¿Cuánto hace que no ven juntxs una película que ellxs eligieron?
Les propongo que por un ratito vuelvan a sus propias infancias y recuerden qué era lo que les importaba y qué fue lo que les quedó. Al volver de la zona de recuerdos va a ser más simple acercarse al pensamiento infantil y generar infancias felices entre lxs niñxs cercanxs. Háganme caso y prueben.
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